La artista lanza nueva canción cargada de emoción, nostalgia y reconciliación con su pasado, carrera alocada y todas sus hazañas. Una carta abierta de amor por el pasado y el futuro.
Si tuviésemos que pensar en el pasado, recordar aquellos años en los que no se pensaba tanto, seguramente haya cosas de las que nos arrepentimos, o por lo menos las haríamos de otra forma. Nos arrepintamos más o menos, la realidad es que todo aquello del pasado nos conforma en lo que somos ahora.
Hay celebrities cuya adolescencia o primeros años de fama durante una edad temprana acaban en excesos, muchas fiestas, escándalos y demás bulos. Dentro del mundo Disney es quizá el escenario en el que más casos hay de estrellas adolescentes e infantiles que, una vez llegada la mayoría de edad deciden dar un giro a su rumbo. Miley Cyrus es el ejemplo perfecto del paso de una ídola infantil a una estrella mundial con varios baches y escándalos por el camino.
Pero como no hay mal que por bien no venga, Miley se ha reconciliado con aquel pasado, con su Hannah Montana, su salida de Disney para convertirse en Miley bailando twerk con Robin Thicke en los MTV Awards de 2014 o su desnudo en Wrecking Ball. Una vida de excesos donde el consumo de drogas, alcohol y un matrimonio fracasado con Liam Hemsworth.
Este reconciliación, un abrazo con su pasado llega de la mano de un nuevo single al título de Used To Be Young con un videoclip puro, con las emociones a flor de piel, donde Cyrus no trata de esconder su emoción y lágrimas. Una vuelta al pasado que ahora comprende, quiere y respeta.
Con un body rojo de brillos, una camiseta con guiño a su era Disney con Mickey Mouse, tacones de infarto y su melena rubia despeinada suelta, así es como Miley se emociona y se canta a ella misma. “Esta canción es sobre honrar lo que hemos sido, amar lo que somos y celebrar en lo que nos convertiremos. Me siento orgulloso cuando reflexiono sobre mi pasado y alegre cuando pienso en el futuro”, así anunciaba Miley el estreno de su single. Te dejamos con la letra traducida, seguimos con los pelos de punta.